En España el pollo ha pasado de ser un alimento de lujo reservado para los días de fiesta (ahí era nada, la familia reunida en torno a un buen pollo asado) a ser un alimento archipopular. ¿La razón? La disminución de su precio impulsada por la cría intensiva. Esta cría intensiva básicamente consiste en pollos con muy poco espacio para moverse, a los que se alimenta sin parar con el fin de que crezcan y engorden lo más rápido posible. Así que la democratización del consumo (en nuestro país se sacrifican entre 10,5 y 11,5 millones de pollos por semana) tiene también su parte oscura.
Naturalmente, en el mercado hoy en día encontramos también carne de pollos camperos y ecológicos, de engorde lento. Su carne ya no es tan barata, pero, a cambio, tiene mucho más sabor. ¿Lo bueno del asunto? que cada uno puede elegir.
TAREAS QUE PUEDE HACER NUESTRO PINCHE:


RECETA
ingredientes:
-600 gr. de pechuga de pollo cortada en filetes
-100 gr. de jamón york en lonchas
-mozzarella
-aceite, sal y pimienta
-aceite virgen extra y perejil
Lavamos y picamos las hojas de perejil. Las trituramos con el aceite de oliva virgen extra y dejamos reposar para que se vaya impregnando.
A continuación lavamos y secamos los filetes de pechuga de pollo. Extendemos una hoja de papel film, colocamos encima uno de los filetes y lo rellenamos con el jamón york y unos trocitos de mozzarella (previamente hemos escurrido la mozzarella para que no suelte líquido). Enrollamos con el papel film dejándolo lo más prieto que podamos y lo cerramos dando vueltas con el film sobrante a ambos lados como si se tratara de un caramelo. Repetimos la operación con todos los filetes y los metemos a la nevera una hora.
Ponemos a calentar el horno a 200º. Mientras se calienta, quitamos el film de los rollitos y los doramos en una sartén con una gota de aceite. Los introducimos en una bandeja de horno encima de un papel sulfurizado o un silpat y los dejamos allí unos minutos a 200º.
Para servir, se cortan por la mitad y se salsean con el aceite de perejil.